Crystal Lagoons es una empresa estadounidense con oficinas en los cinco continentes y más de 2.000 patentes en 190 países. La propiedad intelectual de Crystal Lagoons está valorada en 4.100 millones de dólares, según la empresa Economics Partners LLC.

Crystal Lagoons participa en más de 1.000 lagunas en distintas fases, en 60 países del mundo, incluyendo Miami, California, Texas, Australia, Chile, Sudafrica, Colombia, Dubai, Tailandia o Israel. En Corea del Sur Crystal Lagoons se ha asociado con el consorcio Hyunday-NexPlan para desarrollar 30 lagunas a lo largo del país.

Su fundador, Fernando Fischmann ha sido galardonado recientemente con dos Gold Stevie® Award (considerados los Oscar de los negocios) como “Innovador del Año” por su visión sostenible para el uso del agua, y como “Innovación del Año”, por su tecnología de desalinización de agua sin uso de energía, galardón que recibió en Roma y que fue conferido anteriormente a Steve Jobs y Jeff Bezos.

Crystal Lagoons es una empresa estadounidense que ha desarrollado una tecnología patentada en todo el mundo que permite construir y mantener lagunas cristalinas de tamaños ilimitados a muy bajo coste, utilizando una cantidad mínima de aditivos, agua y energía.

The Lake es monitoreado en línea las 24 horas desde el centro de Control Crystal Lagoons, mediante un sistema de control automatizado de las propiedades físico-químicas y bacteriológicas del agua.

Su sistema de filtrado eficiente permite consumir únicamente el 2% de la energía comparado con los sistemas tradicionales.

El tratamiento del agua mediante una combinación de pulsos electromagnéticos y aditivos permite utilizar hasta 100 veces menos productos químicos en comparación con los procesos convencionales, reduciendo los costes de mantenimiento y el impacto al medio ambiente. La aplicación de estos aditivos se determina electrónicamente mediante inyectores y sensores ubicados estratégicamente en la laguna. Esta operación es administrada en línea por el Centro de Control.

Funciona mediante circuito cerrado de agua, lo que permite utilizar hasta 30 veces menos agua que un campo de golf de 18 hoyos y la mitad que un parque de la misma superficie.